¡Qué agujetas, madre del señor! Es mi cuerpo que me castiga por estar tanto tiempo sin hacer nada, lo sé... pero que mala leche tiene, el jodío...Mira que en la clase no es que me agote ni sude como un pollo.. vamos que parece que estás haciendo poca cosa.. Pues he ido a subirme a un banquito que tengo en la cocina para llegar a los armarios altos (un poco retaco soy que se le va a hacer) y casi me da algo del dolor-sensación extraña (es que no es exactamente dolor) que he sentido en la parte de detrás de las piernas..
pero es que ahora me noto hasta en las abdominales, músculos que yo creía firmemente que no tenía y que además no recuerdo ni siquiera haber trabajado en clase.
Pero bueno, pese a que me queje de las agujetas, estoy muy contenta con el yoga. He ido tres días y ya noto el movimiento mucho más fluido y los estiramientos se agradecen. Y si va bien para el cuerpo, para la cabeza no os quiero ni contar..
2 comentarios:
Hummm, estoy dudando entre apuntarme a yoga o pilates, ánimos en unos días no te dolerá nada.
aaanda! yo llevo dos semanitas yendo a yoga, y estoy encantada!!! eso sí, es verdad que estoy oxidada, pero es impresionante cómo salgo de relajada. Me chifla!!! pienso seguir.
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