Y ahí estábamos cuando me contó que cuando vivía en ¿Guadix? ¿Galdácano? (no me acuerdo, ha vivido en muchos sitios) tenía una vecina con una plancha industrial pero que cosía muy mal. Ella siempre le decía: "deshaz esa costura, que mira que mal que está" y la vecina siempre respondía:
"Da igual que esté mal cosido, mientras esté bien planchado..."
Y me cuenta que lo peor de todo es que la vecina tenía razón, que cuando planchaba lo que sea que hubiera malcosido se quedaba perfecto y muy aparente.
Esto también es aplicable a envolver regalos. El regalo puede ser mejor o peor dependiendo de nuestro bolsillo, y sobre todo conocimiento (otro día hablaremos del arte de regalar), pero si lo envolvemos bonito y con gusto, seguro que el resultado lo será mucho mejor.
Estos son los regalos que mis hermanos y yo le daremos el domingo a mi madre. He utilizado papel de embalar, cinta de organza y un poco de rafia y la verdad es que me encanta cómo han quedado.
2 comentarios:
Que bonitos!!! la verdad es que a veces nos complicamos mucho la existencia, cuando en la sencillez está lo bonito de verdad.
Tu madre va a flipar.
Me alegro que te guste Rosa!! la idea del papel de embalar me parece muy buena porque así puedes "recargar" con lo que sea porque todo queda bien
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