El empujoncito que nos faltaba

Ya que ahora no se puede fumar en casi ningún lugar público, creo firmemente que es el momento de hacer el esfuerzo y conseguir dejar el tabaco. Y no hablo en plan Mercedes Milá, yo he sido fumadora, según la época, más o menos. Últimamente fumaba muy poco, algunos fines de semana, ya no me gustaba tanto. Era más lo que me apetecía que lo que me gustaba (creo que los fumadores me entendéis). Hace dos meses, por cuestiones de salud mi chico decidió dejarlo (él fumaba de medio a un paquete diario) y yo con él, decidí dejar esos cigarrillos ocasionales que os he comentado.

La sorpresa fue, que sin ponerse de acuerdo, una pareja de amigos también decidieron abandonar el tabaco en la misma fecha. Estoy orgullosa de decir que ahora tenemos un grupo de amigos libre de humos (incluso cuando los había yo era parte de los culpables).


Yo no voy a ser la que le diga a alguien que no se quiere dejar que lo haga, cada uno es dueño de su vida y puede (y debe) hacer lo que quiera con ella, pero para los que tenéis ganas de limpiar vuestro cuerpo, aquí os dejo un empujoncito, los beneficios a corto y largo plazo de abandonar el mal hábito.

Después de 8 horas: La nicotina y el monóxido de carbono se reducen a la mitad. Los niveles de oxígeno vuelven a la normalidad.

Después de 24 horas: El monóxido de carbono se elimina del cuerpo. Los pulmones comienzan a limpiar la mucosidad y la porquería.

Después de 48 horas: No queda nicotina en el cuerpo. La capacidad para oler y saborear mejoran sustancialmente.

Después de 72 horas: La respiración mejora. Los bronquios empiezan a relajarse y la persona se siente con más energías.

Después de 2-12 semanas: La circulación mejora, andar y correr se vuelve mucho más fácil.

Después de 3-9 meses: Los problemas de tos, “pitos” o sibilancias y de respiración mejoran.

Después de 1 año: Su riesgo de enfermedad coronaria desciende a la mitad de un fumador.

Después de 2 años: Después de haber estado sin fumar dos años, las posibilidades de dejar el tabaco durante mucho tiempo son muy altas.

Después de 5 años: Entre 5 y 15 años después de dejar de fumar, el riesgo de infarto se reduce a un riesgo similar a aquellos que nunca han fumado.

Después de 10 años:

* El riesgo de cáncer de pulmón desciende a la mitad que la de los fumadores.
* El riesgo de cáncer de boca, garganta, esófago, vejiga, riñón y páncreas desciende.
* El riesgo de úlceras desciende.

Después de 15 años:

* El riesgo de enfermedad coronaria es ahora similar a aquella que nunca ha fumado.
* El riesgo de muerte vuelve a ser casi el mismo que la gente que nunca ha fumado.

3 comentarios:

Sweet Audrey dijo...

Ojalá yo consiga pasar de los 15!!!

FELIZ 2011, Brisa (me apetecía pasar a decírtelo en persona)

Un besote

Rose dijo...

Todo son ventajas, a ver si los que fuman se pueden motivar y lo dejan sobre todo por salud. Feliz 2011 y felices reyes

wanchuzri dijo...

Enhorabuena, Vuelta. Yo ya voy por el 3º año :-)

Mucho ánimo

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